Investigadores de la Universidad Autónoma de Chapingo desarrollaron a partir del aceite de la flor un bioplaguicida capaz de matar agentes que atentan contra los cultivos de los agricultores, pero que a diferencia de los pesticidas comunes, no es tóxico para los alimentos y el consumo humano.
A través de un destilador la planta se procesa a altas temperaturas con el fin de extraer sus principales esencias.
“Los productos que derivamos y que podemos elaborar a partir del aceite y de las plantas y la solución acuosa de la flor de cempasúchil es para tratar de hacer elaborados que permitan elcontrol de nematodos, insectos, plagas de los cultivos, hongos y ácaros”, agrega el experto.
Al ser un producto natural, el bioplaguicida reduciría considerablemente el riesgo de contraer enfermedades cancerosas, daños en el sistema respiratorio, entre otras complicaciones que provoca el uso de plaguicidas comunes.
Mientras tanto, la planta puede ser usada con otros fines pues dentro de la medicina mexicana se usa para el dolor estomacal, parásitos intestinales, cólicos, afecciones hepáticas e indigestión.
*Univision