“Nada más me falta el bigote”. Esa fue la frase con la que en el 2007 una astróloga y tarotista de Gerona, llamada Pilar Martinez afirmaba que era hija de Salvador Dalí.
Y diez años después, podríamos decir que el máximo representante del surrealismo sigue haciendo de las suyas, después de que una juez de Madrid ordenara exhumar los restos del pintor para someterle a exámenes de ADN y así confirmar si los reclamos de Pilar Martinez cuentan con sustento alguno.
La decisión obedece a una demanda presentada por la propia pitonisa, quién asegura que su madre trabajaba como mucama en casa de algunos amigos de Dalí, situación que el pintor aprovechó para tener relaciones con ella; una acción que Dalí siempre negó, al menos hasta su muerte, ocurrida en 1989.
Ahora, la juez ha decidido que como no existen rastros biológicos ni objetos personales del reconocido pintor para realizar alguna prueba de ADN, es necesario exhumar su cadáver para obtener las pruebas necesarias. Por su parte, la fundación Dalí ha dicho que apelará la decisión del juzgado, toda vez que, según afirman, Salvador Dalí nunca tuvo hijos.
*SOPITAS