El plan parecía perfecto: tenía la figura, el porte, los delicados rasgos y hasta una identificación que una mujer había dejado mientras visitaba a los reclusos. Sólo era cuestión de que el reo Francisco Herrera Argueta, de 55 años, pasara uno a uno los filtros de seguridad. Y lo hizo, pero a la mera hora los guardias notaron su inusual manera de caminar, ya que llevaba tacones y nomás no los dominaba bien.
De acuerdo con la BBC, el pasado domingo -cuando en cárcel se recibieron visitas- Herrera Argueta se vistió de forma despampanante. No para recibir visita conyugal, sino porque para ese día programó su fuga: con vestido, peluca rubia, lentes de sol y pechos falsos, pretendió engañar a los guardias de la prisión de San Pedro Sula, Honduras. Incluso se tomó la innecesaria molestia de maquillarse y ponerse tacones.
Al momento de intentar recoger la identificación de Jacinta Elvira Araujo, se le requirió a Herrera despojarse de las gafas oscuras. En lugar de unos coquetones ojos pispiretos, el guardia se encontró con una amenazante (aunque cautivadora) mirada. Claro, tampoco ayudó que el reo tuviera una aguardientosa voz, con la que intentó explicar el porqué de su falta de feminidad.
Por andar levantando suspiros entre los guardias, Herrera enfrentará una condena adicional. Preso desde 2015 por asesinato y también acusado de violación de menores, el reo podrá incluso ser trasladado a El Pozo, ampliamente considerada como la prisión más peligrosa del país.
*SOPITAS