Los prejuicios existen en cualquier parte del mundo sin importar sexo o religión, lamentablemente esta vez una novicia fue la víctima de este suceso.
Sabrina una bonita joven decidió entregarse al amor de Dios y entró a un convento, sin embargo fue expulsada por ser hermosa y tener bonito cuerpo, esto hizo sentir muy mal a la chica ya que ella sólo deseaba entregarse a la religión.
“Yo sólo quería entregarme a él y servirle, quería ser una de sus tantas siervas, sé que Dios me ama y es muy injusto por parte del convento que me aparten de él” comenta Sabrina.
El padre de la iglesia está muy apenado por la decisión que las monjas tomaron, ya que dice que cualquier persona debe de ser bienvenida a la casa de Dios y que lo importante es el compromiso.
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