Bethany Thompson tenía solo 11 años. Se bajó del autobús escolar un día y, sin más,tomó una pistola y se suicidó, disparándose en el porche trasero de su casa, en Ohio. Así lo informó The Washington Post.
Y es que ella logró sobrevivir a un cáncer cerebral que la afectó cuando tenía solamente tres años, gracias a una cirugía que logró extirpar el tumor, sin embargo, dicha cirugía le dejó dañados los nervios faciales, provocando que su sonrisa quedara torcida.
El cáncer no la llevó a la muerte, pero sí el bullying que recibía día con día de sus compañeros de clase debido a éstas secuelas físicas. Según menciona RT, el día en que Bethany decidió terminar con su vida le contó a su mejor amiga lo que iba a hacer.
«Ella le dijo que la amaba y que sería su mejor amiga para siempre, pero que iba a matarse cuando llegara a casa», cuenta su madre, .
El padre de su amiga telefoneó inmediatamente a Feucht para evitar la tragedia, pero ya era demasiado tarde: Bethany había encontrado una pistola cargada que sus padres guardaban por motivos de seguridad y se disparó.
Por su parte, la madre de la menor ha declarado que días antes del suicidio de su hija, habían tenido una plática con el directivo del colegio, por lo que ellos estaban al tanto de la realidad y simplemente respondieron que la situación estaba siendo investigada…