Las personas con barba son consideradas más honestas: No se sabe la razón, pero la gente tiende a creerles más aquellos hombres con barba por sobre los que están afeitados. Diferentes estudios y focus group lo demuestran, y es por ello que los veras protagonizando casi cualquier tipo de publicidad.
Mentimos sobre lo que comemos y bebemos: Es muy usual indicar que se comió una porción pequeña y se bebió solo una copa de vino, pese a que haya ocurrido lo contrario, ya que ambas acciones e exceso son consideradas reprobables por la sociedad. Lo mismo se aplica al consumo de dulces y comida chatarra.
Los mentirosos terminan creyendo sus propias mentiras: Aquellas personas que mienten con frecuencia, terminan engañándose a si mismos, pasando a creer que sus mentiras son verdaderas y no un fragmento de su imaginación. Los psicólogos indican que es más sencillo mentirse a uno mismo que al resto.