Todos los días, el agente Pope llega al trabajo media hora más temprano, inicia sesión en su computadora, y busca las imágenes de los sospechosos en rueda interna de la jornada. Lo viene haciendo desde que se unió a la Policía de West Midlands, en 2008, y como su cerebro almacena más caras año a año, su récord de reconocer criminales sigue mejorando. Sus excepcionales habilidades de identificación lo han convertido en algo así como un arma secreta, y cuando los detectives agotan todas las demás opciones posibles tratando de poner un nombre a la cara de un sospechoso, recurren a él.

El Inspector Gareth Morris, jefe de Pope, recuerda que sólo dos días después de unirse a la Policía de West Midlands, el “policía de la memoria” vino a él con una foto diciendo que sabía quién era el sospechoso de un robo.
“Le dije que sería muy difícil escoger a mi propia madre en una foto así. Una hora y media más tarde Andy había detenido el hombre en el centro de la ciudad, y el sospechoso admitió estar presente en la escena.” Pero fue sólo el principio. En los últimos cuatro años, Pope ha sido capaz de identificar más de 850 sospechosos, con un promedio de alrededor de un reconocimiento por turno.
*PERIODISMO





