Sucedió en la iglesia evangélica Philippuskirche de la ciudad de Mannheim, ahí la mujer encargada de hacer la limpieza, tiro a los contenedotes de basura buena parte de la obra de la artista Romana Menze-Kuhn que trataba de llamar la atención sobre el drama de los refugiados ( ‘Vivienda 6/2016’).
El padre de la iglesia Gerd Frey-Seufert pidió disculpas y explicó que la mujer sólo hacia su trabajo, «no identificó que se tratase de una obra de arte y se limitó a cumplir con lo que creía que era su trabajo».
La obra consistía en mantas térmicas muy parecida al papel de aluminio, arrugadas y desperdigadas por el suelo, delante del altar, con las que la artista pretendía simbolizar ‘los escasos medios con los que se lucha en los rescates en alta mar’.
«Las partes de la instalación que faltan simbolizaban para mí las personas que necesitan ayuda, que viajan en busca de protección y una nueva casa, una nueva vida, también en el seno de la iglesia» , ha declarado Menze-Kuhn.
Menze-Kuhn que vive en Eschborn, Hesse se dijo muy enfadada por lo que ocurrió, «Uno puede pensar lo que quiera de una obra de arte, pero intervenir así es una gran falta de respeto y me ha indignado» , dijo.
En tanto, la artista ha reconstruido parte de la obra dañanda, «Al principio quedé bloqueada, estaba claro que el destrozo impedía la reconstrucción de la obra, pero después entendí que podía integrarlo en ella» , finalizó.
*TERRA
