Pastas y panes
Si bien no están prohibidos, sólo es recomendable consumir una pequeña porción de pan o de pasta durante la cena. El problema con los carbohidratos no es exactamente su valor calórico, sino el hecho de que a menudo son consumidos en grandes cantidades (un gran plato de fideos con pan), lo que redunda en una ingesta calórica muy superior a la aconsejable.

Verduras de hoja crudas
La lechuga y la espinaca, por ejemplo, pueden ser consumidas como guarniciones. Pero comer una buena ensalada de verduras crudas durante la noche puede ser perjudicial para la digestión, ya que tienden a producir acidez estomacal e inflamación intestinal. Es mejor que optes por una guarnición de vegetales cocidos al vapor, para que no pierdan sus propiedades naturales.

Quesos
Los quesos son una debilidad que puede afectarnos si queremos mantenernos en línea. Sobre todo los duros, poseen una alta concentración calórica: 100 gramos de queso parmesano pueden tener más de 450 calorías. Además, los quesos poseen un alto contenido de sal, lo que favorece la retención de líquidos durante la noche.






