El diseñador Nikolas Gregory ha ideado una manera de convertir el tracto digestivo de su cuerpo en una máquina de decisiones. El Ripley es un kit que contiene materiales orgánicos y digestibles, que una vez que pasa a través del sistema digestivo, permite excretar un anillo de verdad, con joyas de colores incluidas.
El Ripley contiene abrasivos comestibles, pulido, colorante para alimentos y un anillo de oro en blanco listo para ingerir.
El kit anima a los usuarios a tragar y excretar su propia joya biológicamente personalizada, usando procesos digestivos naturales del cuerpo para adaptar un anillo que es, literalmente, una parte de uno.
Una vez en el estómago, los ácidos descomponen la capa superior del anillo para exponer las joyas que hay debajo. Una vez que los materiales pasan al hueso ilíaco, los ácidos se habrán neutralizado y el anillo comenzarán su proceso de volteo. La pátina es el resultado del contenido estomacal de cada individuo.
Nikolas afirma que “Mientras que el ácido cítrico de las frutas y las gaseosas tiende a enfrentar el material de base, la lactosa y calcio se depositan sobre la superficie.” Y añade “Sorprendentemente se ha encontrado que las palomitas de maíz y las almendras producen un acabado espectacular, mientras que las bananas, manzanas y la pasta dejan las superficies opacas”.
El anillo se extrae de la materia fecal, se deja endurecer, y los colorantes aportan color a las joyas en la superficie del anillo. Entonces solo queda pulirlo y ¡voilá! Un anillo personal de excrementos.
*PERIODISMO