Pumas compitió contra el reloj en el Estadio Olímpico Universitario. Con garra y corazón, el conjunto local saltó al césped con la determinación necesaria de lograr una remontada épica; sin embargo, perdió la batalla con el tiempo y sucumbió ante el colmillo retorcido de los Tigres.
Eduardo Herrera se encargó de despertar al graderío. Al 44′, el espigado delantero aprovechó un rebote en el área chica para abrir la cuenta. El 1-0 desató el desconcierto de los norteños cuando se perfilaban para mantener el cero durante la primera mitad.
Pumas regresó del vestidor a ritmo trepidante. El ingreso de Fidel Martínez cambió la cara a los anfitriones, que se mostraban deseosos de regalar una nueva alegría a los fieles seguidores que les acompañaron en un horario atípico, pero con la pasión de siempre.
El paraguayo apareció cuando nadie lo esperaba, con sólo 10 minutos en la presente campaña, y sacudió las redes para enviar al partido a Tiempo Extra, y a su vez, despertar una nueva esperanza para el anfitrión, que se quedó con 10 tras una barrida imprudente de Lalo Herrera.
Al 118′, Gerardo Alcoba, un delantero improvisado, se encargó de poner el punto y final al Tiempo Extra. Con más empuje que precisión, el central anotó el último gol del campeonato y mandó el partido a los once pasos, donde el destino sonrió al más preciso: Tigres, nuevo Campeón del futbol mexicano.
El 4-2 en la tanda de penaltis premió la paciencia del felino del norte; Gignac, Juninho, Rivas e Israel Jiménez, fueron los héroes del cuarto título a la institución que representan, aquellos que tuvieron la mentalidad inquebrantable para lograr la hombrada en el partido 23 de un torneo con final cardíaco.
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