Los médicos de Evelyn le advirtieron que su vida corría un alto riesgo si seguía ingiriendo desodorante de ambiente.
Evelyn, de 27 años, no puede pasar un solo día sin tomar desodorante. La joven madre de dos niños, consume unos 20 envases a la semana, y admite que su adicción empeoró luego de que muriese su madre.
Cuando decidió visitar a un médico para averiguar si esta afición le estaba causando algún daño permanente, el doctor le dijo que “se estaba matando lentamente” y que “debía elegir entre seguir con la adicción, o seguir siendo una madre, porque esto no iba a terminar bien”.
“Escuchar que iba a morir si no paraba me golpeó muy duro. Fue como un golpe en el pecho. Tengo que dejar de tomar desodorante de ambiente”, confesó Evelyn.
* Periodismo.com