El Telescopio Gigante de Magallanes, que cuando entre en operaciones en 2021 será el más grande del mundo y tendrá una capacidad de producir imágenes 10 veces más nítidas que el telescopio espacial Hubble, comenzó este miércoles su construcción en el norte de Chile.
Con cielos extraordinariamente limpios gran parte del año, el norte chileno alberga ya los mayores instrumentos de observación astronómica, a los que se sumará en los próximos seis años el Telescopio Gigante de Magallanes (GMT, por sus siglas en inglés).
Este miércoles, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, participó en la ceremonia de colocación de la primera piedra del complejo astronómico, que tiene un presupuesto de más de 500 millones de dólares.
“La astronomía es una ciencia de largo plazo. Seguiremos en la senda de las sorpresas que nos depara el universo y todas las iniciativas son bienvenidas pensando en el desarrollo de los científicos y futuros astrónomos chilenos”, dijo la mandataria.
El GMT estará ubicado en el Observatorio de Las Campanas, en la región de Coquimbo, a unos 450 km al norte de Santiago, en el desierto de Atacama, donde “se construye ciencia para las próximas décadas”, aseveró la mandataria chilena.
Su diseño combina siete de los espejos más grandes que pueden ser fabricados, cada uno de 8.4 metros de ancho, para crear un solo telescopio efectivo de 25 metros de diámetro.
“El GMT permitirá a los astrónomos caracterizar planetas orbitando en torno a otras estrellas, ser testigos de la formación temprana de galaxias y estrellas, y obtener evidencia de la materia oscura y la energía oscura”, de acuerdo a la organización.
Todo, con el fin de “descubrir planetas similares a la Tierra alrededor de estrellas cercanas y las pequeñas perturbaciones que los agujeros negros causan en la luz procedente de estrellas y galaxias lejanas”.
Chile espera concentrar el 70% de la infraestructura astronómica mundial hasta el año 2020.
*Informador





