¿Sabías que el modo en el que dormís depende de más de cuarenta factores diferentes? Según la National Sleep Foundation, la edad, el género, el estado civil, cuántas veces te sentís cansado en la jornada, tus condiciones médicas o la cantidad de bebidas con cafeína que ingieres al día, entre otros aspectos, determinan la calidad de tu sueño. Aquí te damos algunos consejos para que, seas como seas, evites esas noches en blanco:
Tu colchón
Los materiales más indicados son los 100% naturales, como el algodón, la lana o el látex natural, que son más eficaces a la hora de absorber la transpiración y regular la temperatura corporal, y que tienen la peculiaridad de no cargarse de energía estática como los sintéticos.
Cena liviana
Ni grandes banquetes antes de dormir, ni bebidas energéticas o con cafeína. Elimina también el tabaco y el alcohol, que además de estimularnos disminuyen el oxígeno que debe llegar a todo el cuerpo. Si quieres descansar, opta mejor por una infusión relajante de manzanilla o de melisa.
Bajar decibeles
Los ruidos de intensidad baja o media provocan que nuestro cuerpo esté en tensión (los interpretamos como alertas de una amenaza que podría ser mayor). Así que intenta establecer rutinas de silencio en casa, utilizar elementos aislantes en tu habitación o bien, aunque no es lo ideal, usar tapones para los oídos para disipar cualquier posible molestia.
Una habitación armónica
Además de silencioso y oscuro, procura que tu dormitorio sea un lugar armónico, que no haya exceso de libros o herramientas de trabajo, que no esté recargada de muebles y que los colores sean suaves e inviten a un sueño rápido y profundo.
Horario regular
El cuerpo es una máquina de costumbres. Por eso proponte mantener un horario regular, acostándote y levantándote a la misma hora cada día. Y si tienes oportunidad de dormir una siesta, que no exceda los veinte minutos.
Olvídate de todo
Consigue entrar en la cama con un ritmo lento y con la cabeza lo más calma posible. Puedes ayudarte con un baño caliente (con esencias de manzanilla o lavanda) o a través de música relajante. Si puedes aliviarte con un masaje, será muy bienvenido.
Purificar el ambiente
La calidad del aire que respiramos al dormir es fundamental para un buen sueño. Por eso existen los ionizadores de aire, unos dispositivos eléctricos que permiten atrapar partículas que pueden causar daños en el organismo.
Mente sana
Recuerda que lo último que piensas antes de dormir, es lo que te acompañará en todas tus horas de sueño. A través de la meditación intenta cerrar todos esos temas pendientes, relajarte y atraer pensamientos positivos y plácidos.
*Periodismo