La compañía que ofrece el servicio se llama Ikemeso, y su nombre no es azaroso, proviene de la combinación de ikemen (joven atractivo) y mesomeso (llanto).
Al parecer, los hombres que proporcionan este servicio son una especie de terapeutas del llanto, gente preparada para ayudar a que las mujeres que los alquilan se sientan mejor desahogándose a través de las lágrimas.
El funcionamiento es muy simple, la interesada elige al joven que quiere la consuele, él se presenta en su trabajo, y le muestra un video que, se supone, induce al llanto. Al finalizar el video, el “terapeuta” personalmente secará las lágrimas.
Aparentemente, la sesión de liberación de llanto mejora la comunicación, y levanta la moral de las trabajadoras.
La usuaria tiene diferentes tipos de terapeutas para elegir, desde el chico malo hasta el tipo intelectual.
El servicio comenzará a ofrecerse el 24 de septiembre, a un precio de 7.900 yenes (65 dólares).