En China, hay campamentos militares a los que las familias envían a sus hijos para que los liberen de su ciberadicción. Sin embargo, la comunidad médica aún duda de que exista este trastorno. Los estudios ofrecen pocas evidencias al respecto: un análisis realizado en 2008 por el doctor Sookeun Byun, de la Universidad Kwangwoon, en Seúl, demostró que en la mayoría de investigaciones hechas desde 1996 sobre este asunto no había un criterio formal sobre lo que significa ser adicto a la Red, y que la elección de los sujetos analizados fue poco rigurosa.
Además, este mal no figura en ninguno de los manuales de diagnóstico usados por las principales asociaciones psiquiátricas. Lo que sí dicen algunos profesionales es que internet amplifica a veces las tendencias compulsivas. Una persona con dificultades para relacionarse encuentra mucho más sencillo hacerlo desde el anonimato digital y tenderá a pasar más horas frente al ordenador.
La percepción del tiempo que es normal o aceptable estar conectado ha cambiado a medida que tecnologías como los smartphones nos permitían el acceso en cualquier lugar y momento, pero hay límites: algunos psicólogos consideran que puede hablarse de trastorno si un uso excesivo de internet interfiere en el desarrollo normal del trabajo o las relaciones. En estos casos, aconsejan acudir a un profesional que evalúe el caso y aconseje los pasos a seguir.
*MuyInteresante