Una madre rusa, quedó impactada cuando descubrió a su bebé de diez meses con la cabeza atrapada en un orinal de plástico.
Incapaz de liberarlo, la mujer tuvo que llamar a los bomberos, quienes lograron separar la cabeza del orinal mediante herramientas especializadas.
“Después de liberarse del orinal, siguió jugando con su hermano como si nada hubiera pasado”.
Aseguró la madre. Al parecer el accidente sucedió luego de que el hermano mayor del niño se lo incrustara en la cabeza mientras jugaban. Uno de los bomberos tuvo que consolar al bebé, que no dejaba de llorar mientras otro cortaba el orinal con unas tijeras.
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*Periodismo