Eso está claro, pero es que además, se ha demostrado que la música está directamente relacionada con el cumplimiento de los retos físicos. Así, el psicólogo del deporte, Costas Karageorghis, de la universidad londinense de Brunel, asegura que la música puede incrementar hasta un 15% la resistencia a la hora de practicar deporte.
¿Cómo?
Se ha comprobado que las canciones hacen más efectivo el esfuerzo durante el entrenamiento, ya que por un lado permite seguir el ritmo y por otro, se logra entrenar con la misma intensidad de la canción.¡Cálzate las zapas y ponte los auriculares! En tu próxima sesión de running hazte con una playlist para entrenar al ritmo de las canciones y déjate llevar por los bpm (beats per minute) de la canción. Para comenzar, te proponemos estas tres canciones, una para cada fase del entrenamiento: motivacional, estimulante y relajante. ¿Preparada? ¡Qué el ritmo no pare!
ANTES: Fase en la que empiezas a correr y a coger el ritmo
Tipo de música: motivacional (100-120 bpm); Prepara tus músculos para la acción con 5’ de pre-workout. Recomendación WH: ‘Stolen Dance’, de Milky Chance.
DURANTE: Fase en la que estás en plena carrera
Tipo de música: Estimulante (140-160 bpm); Déjate llevar durante tu sesión. Y aprieta el ritmo en los estribillos. Recomendación WH: ‘I Just can’t Deny’, de Keys N Krates.
DESPUÉS: ¡Bravo! Ya has cumplido con los kilómetros que te habías propuesto. En esta fase baja el ritmo de forma progresiva.
Tipo de música: Relajada (90-110 bpm); El tempo te ayudará a recuperar tu pulso y respiración. Recomendación WH: ‘Good Life’, de OneRepublic.
FUENTE: http://prodigy.msn.com/