En el período de 1890, el siquiatra Iván Pavlov realizó un experimento con perros, en el cual comprobó que estos salivaban apenas escuchaban una campana.
Sin embargo, los papeles se han invertido 125 años después y ahora son los canes los que tienen el control de ese sonido, y es porque están demandando comida.
Se trata del caso de un bulldog presionando un timbre hasta que recibe un snack. Al animalito se lo observa muy determinante y no para de exigirlo hasta que le dan un pedazo de pepino a cambio.
Pero eso no es todo. Continúa con esa misma acción hasta que obtiene una segunda porción.
https://youtu.be/fMlgTVkguWk
FUENTE: http://www.lahora.com.ec/