Ya sea por curiosidad o simple casualidad, numerosos directores de cine han visto cómo sus originales protagonistas masculinos han dado un vuelco, transformándose en mujeres. Muchos de ellos han logrado emblemáticas interpretaciones e incluso, se convirtieron en inolvidables heroínas.
Birgitte Hjort Sørensen en Game of Thrones: la actriz de 33 años debutó como Karsi en la quinta temporada de la serie. «Ella era un hombre en un principio, y luego en alguna parte del proceso pensamos que podría ser cool si fuera una madre que se despoja de sus propios hijos», señaló Miguel Sapochnik, uno de los directores de la serie.
Jane Lynch en Virgen a los 40: el duro personaje de la jefa de Andy (Steve Carell) no fue el primer papel originalmente escrito para un hombre conseguido por Lynch. En la cinta El Fugitivo (1993), su personaje de la doctora Kathy Wahlund era masculino, cambio que fue valorado por la actriz, quien reconoció que las figuras de autoridad, como los médicos, eran siempre para actores.
Grace Jones en Conan el Destructor: la también cantante encarnó el personaje de Zula en la continuación de la historia que partió en 1982 con ‘Conan, el bárbaro’. La guerrera, sin embargo, era en origen un guerrero, el último de su tribu.
Jodie Foster en Plan de vuelo (Flightplan): El director Robert Schwentke quería a Sean Penn para el personaje que finalmente realizó Foster. Otro papel masculino con el que se quedó la actriz fue el de la dictadora Jessica Delacourt en Elysium (2013).
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