No es fácil abandonar este hábito ya que se trata se una enfermedad crónica de tipo adictivo caracterizada por una fuerte dependencia de la nicotina. Además, esta dependencia física se ve complicada por el patrón de consumo legal, en el que se entremezclan factores emocionales, sociales y económicos.
Así, el abandono del tabaco supone un moderado síndrome de abstinencia a esta sustancia y, su vez, un importante componente psicológico por la función que desempeña en muchos actos de la vida diaria
1. Dejar de fumar es posible, porque existen tratamientos de tres meses que en los primeros 15 días ya permiten controlar de forma eficaz la dependencia física de la nicotina. Además, su coste es equivalente al consumo de un paquete diario.
2. No desanimarse si no se consigue dejarlo a la primera. Muchos fumadores necesitan varios intentos, por lo que una eventual recaída «nunca» debe considerarse un fracaso, sino un avance hacia el abandono definitivo.
3. Hay que conocer los verdaderos motivos por lo que se enciende cada uno de los cigarros. Es importante contar cuántos se fuma al día y comprar paquetes de uno en uno.
4. No permitir que se fume en espacios cerrados (coche o casa), ni en presencia de niños.
5. Decir a las personas de alrededor que quiere dejar de fumar y buscar ayuda de un profesional sanitario.
6. Seguir las instrucciones del tratamiento recetado por el médico y no abandonarlo antes de tiempo, aunque se crea que se haya superado el problema.
7. No todos los tratamientos son «igualmente eficaces». Hay que individualizar las terapias.
8. Evitar pensar que ya no se va a volver a fumar o que deja atrás a un ‘amigo’ que le ha acompañado durante mucho tiempo. «Piense en las horas, días o semanas que lleva sin fumar y concédase un premio por ello. Considérese un fumador en excedencia», apostilla la organización.
9. Aunque el tratamiento produzca efectos secundarios, no hay que abandonarlo sin haber consultado antes con el profesional que lo prescribió.
10. Dejar el tabaco mejora la agilidad, resistencia física, piel, aspecto personal, olfato, gusto e, incluso, la sexualidad.
FUENTE: http://www.tribunasalamanca.com