Una mujer rusa acudió al médico porque tenía un misterioso bulto en la cara que se movía de lugar, además de que le picaba y le ardía.
Primero pensó que estaba hinchada por tanto dormir, pero al llegar al médico descubrieron que se trataba de una infección provocada por un parásito llamado «dirofilaria repens».
Esta infección se transmite a través de mosquitos y en Rusia ya existen alrededor de 1200 casos.
Esta paciente se contagió en un área rural de Moscú y su oportuna visita el médico evitó un problema más grave, pues tras eliminarlo se recuperó sin contratiempos.
*LAFIERA