Promete efectos adelgazantes de forma casi inmediata y es muy conocida entre quienes sufren trastornos alimenticios y también entre los culturistas, pues facilita el aumento de la musculatura corporal. A menudo se comercializa como una “solución rápida” para adelgazar.
Se trata de un polvo amarillo cristalino y es un producto químico industrial que se vende –de forma ilegal y casi siempre a través de internet– en forma de cápsulas, polvo a granel y a veces como crema.
Responde al nombre 2.4-dinitrofenol, aunque es más conocido por sus siglas, DNP y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) “ha causado enfermedades severas y muertes en varios países en los últimos tres años”. Utilizado originariamente para la fabricación de explosivos, tiene efectos secundarios altamente peligrosos y puede llegar a matar.
Su uso como medicamento adelgazante no es nuevo: en la década de 1930 se descubrió que aumentaba la tasa metabólica y que permitía perder peso. Pero el alto número de efectos adversos y muertes hizo que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) lo prohibiera en 1938 y lo catalogara como una “sustancia extremadamente peligrosa y no apta para el consumo humano“.
*La Opinion