Recién terminó la guerra de Vietnam, y un grupo de militares reciben la indicación de acompañar a unos científicos a investigar una extraña isla y lo que ocurre en ella.
Al llegar a la Isla Calavera, la primera secuencia de acción es brutal. Mientras que en Godzilla nos tardamos en ver y contemplar al kaiju, el director Jordan Vogt-Roberts presenta al rey en todo su esplendor, destruyendo aquello que está a su paso y a plena luz del día. No hay piedad para los humanos que han llegado a invadir la isla.
Todas las criaturas que aparecen en la película están sólidamente construidas, imponen frente al tamaño de los humanos y la gran mayoría son una amenaza en todo momento. El CGI sorprende y entra en este apartado de producciones que combinan personas con “animales” en un mismo cuadro como Una aventura extraordinaria (Ang Lee, 2012) y El libro de la selva (John Favreau, 2016).
Dentro de este universo de kaijus que creó Legendary Pictures con Warner Bros., Kong: La Isla Calavera es hasta ahora la cinta más entretenida, aunque teniendo como referencia únicamente a Godzilla (Gareth Edwards, 2014), la tarea no era muy complicada que digamos. Y sí, espérense hasta el final para ver una de las más emocionantes secuencias post-créditos… y no tiene nada que ver con superhéroes, sino con criaturas gigantes, los verdaderos reyes del planeta.
*CINEPREMIERE