Curiosidades sobre el oro que posiblemente desconoce.

El portal QI (Quite Interesting, de la BBC), ha realizado un artículo en el que ha enumerado una serie de curiosidades sobre el oro, como por ejemplo esta: una onza de oro puede estirarse hasta tener un cable de 80 kilómetros o aplastarse hasta tener una lámina de 9 metros cuadrados. Pero hay más:

Oro en el agua

Es increíble la cantidad de oro que hay en los océanos, ya que, según las estimaciones más conservadoras, los océanos del mundo contendrían unos 25.000 millones de onzas de oro, ocho veces más de lo que se ha extraído a lo largo de la historia. Sin embargo, aún no se ha encontrado la manera lucrativa de extraerlo. Si hay tanta cantidad de este metal en el agua también es gracias a los naufragios de los barcos que cargaban con este metal.

Oro en las ballenas

En el mar hay otro tipo de ‘oro’ conocido como «oro flotante», «perlas de ballena» u «oro marino», que es una sustancia grasosa que segregan los cachalotes de sus intestinos, cuyo nombre original es ‘ámbar gris’. Esta sustancia, que flota en la superficie del océano y que con el tiempo se oxida y el agua que contiene se evapora, está compuesta de los residuos que no pueden digerir estas ballenas, principalmente los picos de los calamares gigantes.

Normalmente, esta sustancia se rompe en trozos más pequeños y se vuelve de color gris y huele como a pino o tabaco, según el portal. Este ámbar gris es usado como ingrediente para hacer perfumes y vale más de 15 dólares por gramo. En 2008, en Gales, dos amigos hallaron dos pedazos cuyo valor fue de 750.000 dólares.

Plomo en oro

¿Alguna sustancia se puede convertir en oro? Es el sueño que ha desarrollado el hombre a lo largo de la historia, desde el alquimista Bernard de Treves (que, en 1450, propuso la siguiente receta, que resultó un error, para transmutar los metales básicos en oro: «Tome 2.000 yemas de huevo; mézclelas con partes iguales de aceite y vitriolo (ácido sulfúrico), y cocínelo a fuego lento durante dos semanas»), hasta el rey Carlos II o Isaac Newton.

Aunque las yemas de huevo no se convirtieron en oro, lo que sí que podría transmutarse es el plomo. La explicación que dan desde la BBC es la siguiente: como el núcleo del átomo de plomo tiene 82 protones y el de oro 79, lo único que debería hacerse es eliminar tres protones del plomo. El problema es que esto solo lo podría hacer un reactor nuclear, y eso significa que todo el oro que se crearía sería radioactivo y poco valioso.

oro

FUENTE: http://www.eleconomistaamerica.cl/

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