No te quedes parado
Nuestra masa encefálica disfruta como una enana de las horas que le dedicamos al gimnasio o al running, pues le proporcionan un suministro extra de sangre, cargada de oxígeno y nutrientes. Ni siquiera hay que cansarse: según un trabajo científico realizado en 2011, treinta minutos de caminata intensa al día resultan más que suficientes. Y en las personas mayores de 65 años, tres días a la semana de actividad física pueden reducir el riesgo de demencia en un nada despreciable 38 % .
Come con cabeza
El aceite de oliva, las frutas, las verduras de todos los colores, las legumbres y el pescado constituyen la base de la dieta mediterránea, un modelo de alimentación con grandes beneficios. Mientras que el azúcar en exceso puede dañar el hipocampo –centro de operaciones de la memoria–, una investigación reciente apunta a que un menú rico en productos frescos y que incluya pescado al menos dos veces por semana previene la demencia e incluso frena sus síntomas.